Los retos de la desigualdad global

LOS RETOS DE LA DESIGUALDAD GLOBAL

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Hasta hace pocos años, la desigualdad era considerada uno de los graves problemas a los que se enfrentaban los países en vías de desarrollo, en común con las agudas situaciones de pobreza que generalmente sufrían. Pero la crisis financiera de 2008, la pandemia del COVID y la mayor sensibilización por el cambio climático han hecho que instituciones multinacionales, foros económicos y políticos y pensadores significados proclamen repetidamente que la desigualdad es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Hoy creemos que la desigualdad es un reto global, que debilita la cohesión social, hace más vulnerables a las economías y es síntoma y preludio de otros males.



Precisar bien a qué tipo de desigualdad nos referimos es clave, no solo para evaluar la situación de un determinado país o área geográfica, sino también porque diferentes tipos e indicadores de desigualdad preocupan por distintos motivos y requieren actuaciones diferentes para su reducción.

«No puede ser floreciente y feliz una sociedad si la mayor parte de sus miembros son pobres y vulnerables» (Adam Smith)


Análisis sociológico

El impacto de la pandemia y de la guerra de Ucrania: La ya llamada gran recesión de 2008 generó cambios sociales de peso en términos de desigualdades. La pandemia de la Covid-19 aceleró los procesos sociales de cambio y el impacto internacional de la guerra de Ucrania ha agitado las bases de la Europa que conocíamos.

Desigualdades en el acceso a los recursos y nuevas brechas: La crisis ha puesto de manifiesto las desigualdades en la distribución de recursos y en el acceso a servicios básicos. También la falta de instituciones adecuadas para combatir los procesos de exclusión social.

Igualdad de género: Los avances por la igualdad de género, reivindica Inés Alberdi, «fueron extraordinarios en los noventa; pero hay muchas cuestiones pendientes: igualdad salarial, reparto de los cuidados, conciliación... y, sobre todos ellos, la persistencia de la violencia sobre las mujeres», alerta.

El punto débil de los cuidados: La pandemia puso de relieve que en la sociedad del bienestar hay muchos puntos débiles, y destacó la importancia vital de los cuidados. Desde que las mujeres se incorporaron al mercado laboral, transformando así el modelo de cuidado, reflexiona Tobío, «hay un déficit estructural no resuelto en esta materia y la pandemia solo lo ha hecho todavía más explícito. Es imprescindible el desarrollo de políticas universales de cuidado de quienes no se pueden valer por sí mismos, con independencia de su situación familiar».

Conclusión
En definitiva, pese a los adelantos tecnológicos y la aparición de asociaciones que intentan paliar la desigualdad global, desafortunadamente, en la sociedad actual siguen existiendo diferencias que esperemos que en algún momento del siglo XXI sean subsanadas. Del mismo modo, destacar la importancia de la ONU ya que siempre están dispuestos a favorecer la socialización de los individuos y alcanzar una sociedad justa desde el punto de vista sociológico.

Bibliografía
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